viernes, 20 de enero de 2017

UNQUERA - LLANES




            

ETAPA 17 DEL CAMINO DE SANTIAGO DEL NORTE







Iniciamos la marcha en Unquera. Ahora no llueve, pero en el trayecto hasta aquí, sí lo ha hecho. Venimos preparados y no nos asusta demasiado la lluvia, el viento o el frío.
Cruzamos el puente sobre el Deva y ponemos rumbo a Colombres.

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Colombres es pueblo de indianos; antes de llegar, ya se observan en la distancia casas y mansiones de la época que hablan de las fortunas que hicieron en América algunas de las personas que emigraron alllá.

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Algunas de estas mansiones, por desgracia, han sufrido el paso del tiempo o la incuria de sus herederos; por eso aparecen semiderruidas. Fortunas venidas a menos o herencias gravosas para los beneficiarios. Pero las que permanecen en pie siguen dando muestras de su esplendor pasado y maravillándonos hoy con su construcción y sus colores llamativos

Pasados Colombres, La Franca y alguna otra aldea, dejamos el Camino y tomamos una ruta por la costa; tiene esta unos paisajes grandiosos y espectaculares. Ahora, después de un rato de lluvia y viento, sale el sol y nos permite disfrutar de la belleza del entorno.




























Es la hora de la comida, llueve un poco, pero Pendueles nos permite estar a cubierto y comer sin mojarnos.
Reiniciamos la marcha; hemos de apresurar el paso porque la distancia hasta Llanes es aun larga y el tiempo avanza rápido; el camino es una pista de grava fina y asciende con un desnivel poco pronunciado; es un tramo feo; diriamos que es un tramo de enlace, sin ninguna otra característica destacada. 

Al final de este camino salimos de nuevo a la costa; aquí encontramos premio: un bufón. No es espectacular, parece que el mar no está para ello, pero nos permite a muchos ver el fenómeno por primera vez.
Los bufones son grietas o chimeneas abiertas en la costa, y conectadas con simas marinas, por las que el agua salada penetra a presión, formando surtidores de agua pulverizada que pueden alcanzar más de 20 metros de altura. 






Seguimos ruta, todavía falta algo más de ocho kilómetros para llegar al destino y son casi las cuatro.Pasamos por el mirador del río Purón y, desde aquí, bajamos a un puente para cruzarlo; ¡cuidado con el puente! pues  sobre él puede leerse: 20 personas máximo. 

































Ahora ascendemos por un paseo peatonal a lo largo de la carretera hasta llegar al mirador de La Boriza. Desde aquí  contemplamos Llanes y la costa con una perspectiva inmejorable. 




























A partir de este punto, ignoramos la carretera y cogemos un sendero que, a media ladera, conduce a la ermita del Cristo del Camino.  El sendero es un sube y baja continuo, con algunos tramos de pendientes pronunciadas. No paramos aquí porque llueve y se hace tarde. Abajo está Llanes, la meta de nuestra marcha y el final de la etapa 17 del Camino de Santiago del norte.

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